Javier Cantera
A mediados del S. XIX y de una forma gradual, los objetos fabricados en la incipiente industria van entrando en la vida diaria de las personas, arrinconando los antiguos objetos de origen artesano. Las lamparillas de aceite dan paso a los quinqués de petróleo, los cántaros son reemplazados por las jarras de chapa esmaltada, las cocinas de fuego bajo desaparecen y se instalan cocinas económicas que además suministran agua caliente y así van apareciendo aparatos, aún no eléctricos, que son los primeros precursores del conjunto de máquinas y artículos de tecnología punta que hoy tenemos en casa.
Es interés de AHM ir recogiendo estos objetos, algunos de los cuales no hemos llegado a conocer o al menos a utilizar, otros con los que hemos convivido largos años y por fin aquellos a los que el progreso ha envejecido prematuramente, configurando de esta forma una muestra de la evolución de los aparatos y objetos domésticos de origen industrial. Todos estos objetos los iremos guardando en nuestra Ganbara. (gehiago…) »